Apenas un 5% de los colegios cuenta con desfibrilador
La cardioprotección es un asunto de vital importancia que puede suponer salvar una vida, ya que en España se producen unas 30.000 paradas cardíacas anualmente. Dentro de que todos los espacios en los que coinciden grandes afluencias de personas son especialmente susceptibles para cubrir con cardioprotección, los colegios y centros educativos son una de las prioridades, pero tan solo el 5% de centros escolares cuenta con un desfibrilador en sus instalaciones.
Los colegios son puntos en los que, además de la cantidad de niños que acuden diariamente a sus clases, cuentan con una importante cifra de adultos en su entorno. Tanto los profesores como cualquiera que forme parte del personal del centro, así como los familiares que llevan y recogen a los pequeños, estarían también bajo la influencia del desfibrilador por si se diera alguna incidencia cardíaca.
Estos datos, según afirma B+Safe en esta estimación, se alejan de otros países como Francia o Alemania, en donde la cifra de colegios cardioprotegidos alcanza un 40%. En España aún hay mucho por hacer para concienciar a la población de la importancia de la cardioprotección y la necesidad de conocer las técnicas de reanimación cardiopulmonar, ya que los datos no son positivos en este sentido.
¿Qué es un colegio cardioprotegido?
Para que un centro escolar se pueda acoger a la etiqueta de ‘cardioprotegido’ debe disponer de uno o más desfibriladores en sus instalaciones. No obstante, no basta con contar con los dispositivos, sino garantizar su correcto funcionamiento y mantenimiento, así como que el personal esté formado en técnicas de RCP/SVB y uso del DESA para actuar ante una emergencia cardíaca con solvencia.
Desde B+Safe se han instalado desfibriladores en distintos colegios repartidos en España y en las distintas Comunidades Autónomas. Sin embargo, que no exista una legislación conjunta y homogénea a nivel nacional impide que un colegio esté obligado a equipar sus instalaciones con estos equipos capaces de salvar vidas.
Dentro de los distintos grupos de riesgo que hay en cuanto a las incidencias cardíacas, los más jóvenes no son un colectivo especialmente sensible, aunque la apuesta por la cardioprotección son esenciales para garantizar tanto su salud como la de los adultos que los acompañan en el día a día escolar. Respecto a los niños, su punto de riesgo reside en que puedan padecer posibles cardiopatías no detectadas o que, durante su intensa actividad diaria, puedan sufrir un fuerte golpe o una circunstancia que haga necesaria su reanimación.
Puesto que los desfibriladores son de uso público, que estén instalados en un colegio significa que cualquier persona que sufra un paro cardíaco en las proximidades pueda ser atendida gracias a estos dispositivos. España, por tanto, sigue lejos de los niveles de cardioprotección adecuados para brindar una mayor garantía y seguridad al corazón de una sociedad.