Fibrilación Auricular
Febrero es el mes dedicado a crear conciencia sobre la importancia del cuidado de la salud del corazón. Entre las anomalías más comunes de la salud cardíaca se encuentra la fibrilación auricular.
Para detectar una fibrilación auricular es imprescindible que las personas se realicen chequeos necesarios, ya que su diagnóstico temprano es la clave del éxito de su tratamiento.
¿Qué es la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular se trata de una arritmia clínica de las más frecuentes. El corazón late de forma irregular, desorganizada y a menudo muy rápido, pudiendo generar diferentes manifestaciones clínicas.
Esta anomalía es muy importante identificarla, dado que puede producir coágulos de sangre que viajen desde el corazón al cerebro provocando un infarto cerebral.
¿Cómo detectar que el corazón late de manera irregular?
Una forma de reconocer los latidos irregulares es mediante la palpación del pulso en la arteria radial del antebrazo. Sin enmargo, en caso de sospecha, el método diagnostico mas utilizado y necesario para confirmar este hallazgo es el electrocardiograma (ECG).
Dependiendo de la frecuencia de sus síntomas los equipos médicos han desarrollado otros otros dispositivos capaces de detectar los latidos irregulares, como el sistema el Holter de 24 Hrs hasta el Monitor Cardiaco de Eventos Insertable que puede durar hasta 3 años.
¿Qué son las palpitaciones?
Las palpitaciones es la sensación consciente de los movimientos del del corazón. Existen situaciones cotidianas en las que es normal sentir palpitaciones como el estrés, ansiedad, miedo, etc.
Sin embargo, si estas se presentan frecuentemente y tienen un comienzo súbito puede ser un signo de alarma y se recomienda consultar a su médico.
Unas palpitaciones a un ritmo no frecuente suelen ir acompañadas de otros síntomas como:
- Dificultad para respirar
- Debilidad
- Dolor de pecho
- Malestar general
¿Cuál es la causa de la Fibrilación Auricular?
Principalmente se debe a alteraciones en la conducción eléctrica del corazón en donde las aurículas pierden su contracción normal, lo que produce latidos irregulares y generalmente rápidos.
Algunos factores de riesgo pueden ser la edad avanzada, hipertensión arterial, obesidad, hábitos tóxicos, alteraciones hormonales, etc.