¿Estamos sufriendo un infarto o se trata de miocarditis?
Un nuevo diagnóstico a través de la muestra de una gota de sangre, permite saber, en cuestión de minutos, si una persona está sufriendo una miocarditis o un infarto. Podría evitar, así, pasar por una intervención de cateterismo.
El infarto es una enfermedad del corazón que más tenemos presente, sin embargo también, la miocarditis es una de la más comunes ¿Podrías distinguir entre una y otra?
El hecho de que sean patologías que comparten síntomas parecidos puede llevar a la confusión, a pesar de que sean muy diferentes entre sí y utilicen sistemas de detección, tratamiento y diagnóstico sean diferentes. Por un lado, la miocarditis suele tratarse con antiinflamatorios y los infartos con anticoagulantes y antiagregantes. Por regla general, tanto la miocarditis como el infarto necesitan un cateterismo para ser detectado, una práctica muy invasiva.
La miocarditis
Se trata de una enfermedad del corazón que ha sido causada por virus, principalmente, y que provoca una inflamación del órgano. En caso de no tratarse podría derivar en un trasplante de corazón o incluso causar la muerte.
Los datos apuntan a que la miocarditis es la primera causa de muerte súbita en las personas con menos de 30 años y la causante de la mayoría de trasplantes de corazón.
El infarto de miocardio
Sin embargo, el infarto de miocardio, apunta a una muerte del músculo cardíaco, provocado por anomalías en el funcionamiento de la arteria coronaria y la interrupción del riego sanguíneo. Hay que tener en cuenta que si el corazón tiene falta de oxígeno u otros nutrientes, el tejido de esa zona muere y no se regenera.
La dificultad de diagnosticar un infarto o miocarditis
El problema puede surgir cuando, ante una persona que se queja de dolores en el pecho, hay que averiguar si sufre un ataque al corazón o se trata de un problema completamente diferente, como una miocarditis.
De acuerdo con los datos, entre el 10% y un 20% de las personas que acuden a urgencias con síntomas de infarto están sufriendo una miocarditis. A menos que se recurra a un cateterismo hay ocasiones en las que es imposible de diferenciar, esta prueba resulta muy invasiva pero determinará si existe obstrucción en las arterias coronarias.
Otra de las pruebas que suele complementar es una resonancia magnética. Ambas son pruebas que pueden demorarse en el hospital y eso afecta a la salud del paciente. Como último recurso los médicos recurren a la biopsia de corazón, a pesar de ser más invasiva que un cateterismo habitual, por lo que se practica en contadas ocasiones.
Como podemos comprobar es necesario un sistema de diagnóstico más rápido y que de unos resultados más precisos. Si se diera la situación de que trataran una miocarditis como si fuera un infarto, podría empeorar la salud del enfermo.
En este sentido, es todo un avance que investigadores del CNIC hayan desarrollado un biomarcador en sangre para detectar miocarditis, donde la detección se hace a través de una muestra sanguínea.
- No es necesario que un cardiólogo o especialista realice la prueba, por lo que será accesible a pequeños centros médicos o que no cuenten con especialidades.
- Es extremadamente rápido, con una sola muestra de sangre se puede saber el diagnóstico y situación del paciente.
- La fiabilidad de la prueba apuntan a que alcanza el 90%
- No es necesaria maquinaria o instalaciones especiales, que conlleven grandes inversiones.