Paro cardiaco vs muerte cardiaca repentina
¿Qué entendemos por un paro cardiaco?
Cuando sufrimos un paro cardíaco nuestro corazón deja de latir de forma repentina, por lo que la sangre deja de fluir al cerebro y otros órganos vitales. Si no se actúa con rapidez el corazón dejará de latir y la muerte será cuestión de minutos, a no ser que se actúa con rapidez con un desfibrilador.
¿Es lo mismo un paro cardíaco que una muerte cardiaca?
Un paro cardíaco no es lo mismo que un ataque cardíaco. En el ataque cardíaco el corazón no deja de latir repentinamente, en el paro cardíaco sí. De hecho el paro cardíaco puede ser una consecuencia inmediata del ataque cardíaco.
Causas de un paro cardiaco
Las arritmias son la principal causa de un paro cardíaco. El corazón es como el motor de nuestro cuerpo que funciona mediante impulsos eléctricos, si hay algún tipo de error se producen las arritmias, estas pueden provocar que el corazón lata demasiado rápido, lento o de manera irregular. Las consecuencias más directas es que la sangre no llegue al corazón y se produzca el paro cardíaco.
Determinadas afecciones pueden ser el detonante, algunas de estas son la Fibrilación ventricular: una de las causas más comunes del paro cardíaco, el corazón late con impulsos eléctricos rápidos y rítmicos, lo que provoca la agitación de los ventrículos en lugar de bombear sangre.
Enfermedad de las arterias coronarias: En este caso hay una falta de oxígeno en la sangre que transporta el corazón. En gran parte de las ocasiones se produce por una acumulación de una sustancia en las arterias coronarias.
El estrés por una actividad física de intensidad, hace que el cuerpo libere adrenalina y en caso de tener alguna afección al corazón podría desencadenar en un paro cardíaco. Por último y como menos frecuentes, se pueden dar cambios estructurales en el corazón , como una alteración en el tamaño del órgano.
¿Qué entendemos por una muerte cardiaca?
En el ataque cardíaco el corazón no deja de bombear, si no que una acumulación de grasas y otras sustancias bloquean el flujo de sangre en las arterias que deben alimentar el corazón. En ocasiones, estas placas se rompen y bloquean el flujo sanguíneo provocando daños en el músculo cardíaco.
¿Cómo detectar si estamos sufriendo un ataque cardíaco?
Es posible que sintamos una fuerte presión o sensación de opresión en el pecho con tendencia a extenderse por el cuello, la mandíbula o la espalda. Además, las náuseas, la indigestión acompañados de sudores fríos son otro de los síntomas.
Las señales de que estamos sufriendo una muerte cardiaca o bien se producen de repente, o llevan horas de advertencia, incluso días o semanas. El primer síntoma que debería de alertarnos es el dolor en el pecho persistente, podría tratarse de una angina de pecho, como antesala de un ataque cardíaco.
¿Cómo actuar frente a un ataque cardíaco o muerte cardiaca?
La actuación frente a un paro cardíaco o ataque cardíaco es muy similar, si no se actúa con rapidez la víctima podría fallecer o sufrir daños severos en el corazón. En primer lugar hay que comprobar el estado de la víctima, si esta no respira ni responde a nuestros estímulos, debemos llamar al 112 o 061 y comunicar dónde nos encontramos y qué síntomas presenta la persona.
En este momento debemos pedir un desfibrilador y empezar de inmediato las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RPC), aplicar el DESA según las instrucciones del equipo y continuar con el masaje de reanimación hasta que lleguen los servicios de emergencia.