Desfibrilación temprana para salvar vidas
Datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria estiman que en España fallecen diariamente 100 personas por parada cardíaca. Son datos preocupantes y que se pueden reducir si se aplica la desfibrilación temprana, una acción que aumenta las posibilidades de salvar vidas.
La desfibrilación temprana está incluida en la cadena de supervivencia, es uno de los pasos claves para recuperar el ritmo cardíaco de la víctima, y para ello es necesario disponer de un desfibrilador semi-automático (DESA). Esta acción, junto a las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) o masaje cardíaco, se debe realizar en los primeros minutos de la parada cardíaca.
La parada cardíaca fuera del entorno hospitalario es un problema de salud frecuente que puede ser reducido con un acto sencillo: la implantación de desfibriladores en espacios públicos. En España se estima que tan sólo disponemos de unos 10.000 desfibriladores, frente a otros Países como Francia, con 100.000 y Alemania con 80.000.
Además de la aplicación de la desfibrilación temprana, también es de gran importancia la formación de la población en técnicas de primeros auxilios y reanimación cardíaca. Atender a una víctima de un paro cardíaco en los primeros minutos supone salvar su vida, por cada minuto que pasa disminuyen en un 10% las posibilidades de supervivencia.
Hay que perder el miedo a actuar para salvar vidas, estos dispositivos son de muy fácil manejo, ya que están dotados de asistencia que indica qué pasos hay que seguir en todo momento y analizan si es necesario o no realizar la descarga.