Vidas salvadas gracias al desfibrilador
Estos días se han hecho públicas otras dos noticias en las que se han dado casos de vidas salvadas con la utilización de un desfibrilador. Se trata de un hombre que padeció una parada cardiorrespiratoria en El Rocío y un turista en una playa de Gandía.
En ambos casos la actuación ha sido posible gracias a la rápida intervención de personal sanitario y de policía local, quienes les realizaron las técnicas de mansaje cardiopulmonar (RCP) y aplicaron el desfibrilador para restablecer el ritmo cardíaco.
El hombre que se encontraba disfrutando de El Rocío cuando a medio día se desvaneció. Un agente de la Guardia Civil avisó a los voluntarios de emergencias que se encontraban a escasos metros, Ana Belén y Vicente . Cuando llegaron los voluntarios, un médico y una enfermera estaban practicando el masaje al hombre, ellos continuaron el relevo y siguieron con la RCP mientras el médico asistía a la víctima con el desfibrilador.
En tan sólo 7 minutos, el romero recuperó el ritmo cardíaco y fue trasladado al hospital, donde se recupera y realizan las pruebas oportunas. Ante una parada cardíaca el tiempo de actuación es crucial y la asistencia, gracias a la formación y conocimientos, fue todo un éxito.
El segundo caso sucedido en Gandía fue similar. En esta ocasión, los agentes de la policía local recibieron un aviso de un turista que se encontraba con convulsiones en un hotel de la localidad alicantina. En tan sólo tres minutos los agentes estaban en el establecimiento, donde confirmaron que se trataba de una parada cardiorrespiratoria.
Sin dudarlo acudieron a por el desfibrilador para usarlo y comenzaron las maniobras de RCP hasta la llegada del servicio de emergencias. Tras estabilizarle, se le trasladó al hospital.
Los desfibriladores de uso público, así como en los servicios policiales y de emergencias, constituyen una pieza clave para salvar vidas. En España se dan anualmente más de 30.000 fallecimientos por parada cardíaca. Si se dispone de un desfibrilador y se aplica en los primeros minutos, las posibilidades de supervivencia pueden aumentar hasta un 90%.