La importancia de los desfibriladores en hoteles

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La premisa de la cardioprotección es que los desfibriladores deben ser una constante en espacios públicos que concentran a números elevados de personas. Los paros cardíacos afectan principalmente a los grupos de riesgo, pero cualquiera es susceptible de sufrirlo en cualquier momento, incluso de viaje, así que los desfibriladores en hoteles son parte activa de este compromiso con el corazón de la sociedad.

España es el segundo país del mundo con más visitantes foráneos, hasta 82 millones de turistas en 2017, que se alojan en hoteles de todo el territorio. Los desfibriladores en hoteles son un valor añadido para estos alojamientos, ya que ofrecen un extra en seguridad cardíaca, un factor especialmente valorado para el viajero extranjero. El estado de la cardioprotección española es inferior al de muchos países europeos, de modo que quien apuesta por ello se desmarca de su competencia en materia sanitaria.

Una de las principales recomendaciones para los responsables hoteleros es que, especialmente en aquellos con grandes complejos e instalaciones, instalen más de uno de estos dispositivos. Los primeros cinco minutos son esenciales para intervenir con éxito en una incidencia cardíaca, así que se debe fomentar que haya varios desfibriladores dispuestos para actuar de inmediato.

Lo mismo ocurre con las formaciones en reanimación cardiopulmonar (RCP) a los trabajadores del centro. Contar con una plantilla en la que no solo sus trabajadores sanitarios cuenten con conocimientos de la cadena de supervivencia y preparada para usar el DESA eleva la calidad de la cardioprotección para que los turistas se sientan en las mejores condiciones para disfrutar de su estancia.

Los desfibriladores en hoteles españoles, no obstante, no es una constante en el sector. Al no haber una normativa nacional sobre su presencia en espacios públicos, son solo los que voluntariamente apuestan por este compromiso o los que se encuentran bajo la normativa de ciertas comunidades autónomas quienes instalan estos equipos.

Desfibriladores en hoteles
Instalación de un desfibrilador

Desfibriladores en hoteles: normativas autonómicas

Esta circunstancia conlleva que cada región disponga de sus propios criterios para que estos alojamientos añadan cardioprotección a sus prestaciones. De las siete CCAA que obligan a disponer de desfibriladores en espacios públicos, solo dos mencionan directamente a los hoteles. Canarias señala en su Decreto que los hoteles de más de 1.000 plazas deben cardioprotegerse; la Comunidad de Madrid incluye a todos los establecimientos hoteleros de más de cien plazas.

No obstante, aunque las demás legislaciones no aluden a ellos, cuentan con puntos que pueden aplicarse a espacios hoteleros. En Asturias debe instalarse en instalaciones deportivas con más de 500 usuarios diarios y lugares de ocio con aforo superior a las 750 personas. Si los hoteles cuentan con estas circunstancias se verán obligados a hacerse con desfibriladores.

Cataluña y Andalucía, por su parte, también incluyen a centros deportivos con más de 500 usuarios y establecimientos públicos con afluencia superior a 5.000 personas. En cuanto a País Vasco, el DESA debe disponerse en lugares públicos que reúnan a más de 750 personas, mientras que la Comunidad Valenciana también coincide en los centros deportivos de más de 500 usuarios, pero eleva a 1.000 el aforo de los centros de acceso público que deben contar con cardioprotección.

Los hoteles con desfibriladores, tanto sujetos a normativas como por iniciativa propia, suponen un refuerzo para el cuidado cardíaco de millones de personas. No solo alcanza su influencia a los viajeros, sino también a los muchos trabajadores del sector y a todos los ciudadanos que puedan sufrir una emergencia cardíaca en las proximidades del establecimiento hotelero.

Desfibrilador.com
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